Comadritas

—Así de rapidito se pasaron 15 años de matrimonio—comentó Filomena Gutierrez. —cómo se pasa el tiempo comadrita—interrumpió Rosarito, mientras cortaba las hojas secas de los geranios. —¿y cómo se porta mi compadre? —añadió.  —hace 14 años que me es infiel.  —cómo lo sabes. —te conozco ese mismo tiempo.

Reencuentro

Hoy me reuní con mi único enemigo. Nos pusimos al día sobre nuestras vidas, también recordamos peleas, las veces que nos quitábamos la novia, los momentos donde tuvimos un acercamiento sentimental con nuestras hermanas. Obviamente existieron silencios como en toda conversación, pero, sobre todo, carcajadas. Me dio gusto verlo, al final, tuve que pagar laSigue leyendo «Reencuentro»

Alto voltaje

Joaquin Rivas, casado, dos hijos, postgrado en Ingeniería electromagnética y especialización en electricidad cuántica. Trece años como jefe en área de ingeniería donde implementó circuitos eléctricos a naves espaciales, docente reconocido en las materias de accionamientos eléctricos y máquinas eléctricas en los Estados Unidos, utilizó artefactos eléctricos para maltratar a sus alumnos, arrestado inmediatamente ySigue leyendo «Alto voltaje»

Atado de pies y manos

Aún sin trabajo, Tenorio Rivas, no había probado bocado alguno desde que salió de la cárcel hace dos días. Diez años en prisión comiendo arroz, pollo, menestras y verduras. Lo habían acusado de canibalismo. Tomó un dinero prestado y se dirigió a la morgue central para pedirle a su proveedor, un atado de pies ySigue leyendo «Atado de pies y manos»

Una pequeña y conmovedora historia

En pleno verano, Josefina,   señora gruesa de vestido con flores, acostumbrada a las sandalias y calcetines,  luego de sacar todo el dinero del banco  y guardarlo en un bolso de cuero que llevaba sujetado en su grotesco hombro, se sentó bruscamente sobre  la banca  de la iglesia del pueblo y aplastó a una hormiga queSigue leyendo «Una pequeña y conmovedora historia»

El fruto de la lectura

Recién despedido y aburrido del encierro, me refugié en la lectura. Volví a esa biblioteca, grande y oscura, situada debajo de un puente, al borde del río Rímac. Cada vez que devolvía libros alquilados, el pequeño bibliotecario los tiraba a un gran hoyo donde se mezclaban novelas clásicas, contemporáneas y distintas obras poéticas. El procesoSigue leyendo «El fruto de la lectura»