No creo poder vivir sin escribir. Exactamente hace más de un año, compré un cuaderno rayado de cien hojas y un lapicero de tinta liquida. <<Ahora si soy escritor>> pensé. Tuve la intención de crear Pre-Textos, textos, Pre-relatos y relatos, pero lo único que pude inventar o crear fueron diferentes pretextos para no escribir. Todo esfuerzo en ese tiempo resultó en vano. Las cien hojas de aquel cuaderno aún continúan en blanco.
Cambié de estrategia. <<Debo usar nuevamente el computador>>. Pero me costaba demasiado sentarme frente a él y era casi imposible dedicar un poco de tiempo para escribir. Así que al mes, volví al papel. <<Necesito un buen lugar, algo como un café o un bar>>reafirmé. Elegí el bar más lejano de donde vivía. Me ubiqué en una mesa del centro del lugar. Pedí un café con licor, obviamente para experimentar una sensación diferente. Apenas decidí escribir , me distraje con las personas que entraron al bar, parecían poetas, vestían como poetas, hablaban como poetas y pedían tragos para poetas: << Quiero ser como ellos>>. Me sentí como un tonto. Cerré mi cuaderno. Jugué con mi lapicero dándole vueltas en la mesa y pedí la cuenta. Nunca más volví a ese bar.
Regresé al computador. Abrí la aplicación de Word y una pantalla inmensa en blanco me acompañó toda la mañana. Giraba la cabeza de lado a lado sin querer mirar la pantalla, trataba de encontrar algo que ni siquiera buscaba. Miraba cada uno de los estantes llenos de libros que leí alguna vez: de Kafka, Vargas Llosa, Bolaño, Gabriel García Márquez, Juan José Millás, Carlos Ruiz Zafón, Julio Ramón Ribeyro, entre otros tantos que desde esa posición no podía distinguir de quienes eran. Tomé algunos, los hojeé, acaricié y olí. Los volví a contemplar. Pasé mi indice por todos los lomos de cada estante.
<<¿Algo más? >> me dije sin saber responder.
La pantalla blanca me miraba y yo a ella. El cursor aparecía y desaparecía, empezaba a inquietarme. Comí unas semillas de Girasol que me quedaron de la noche anterior y me serví un café. Prendí un cigarrillo. Fumé dos más. Me puse a escuchar música, mientras observaba la página en blanco de mi computador, seleccioné una de las últimas canciones de Bob Dylan, Duquesne Whistle del álbum Tempest. Cerré los ojos, y me dejé llevar por la letra, solo me dejé llevar…
Algo inexplicable ocurrió, sentí que de mi columna vertebral se desprendía una luz blanca, ésta trepaba por cada una de mis vértebras iluminando todo mi interior, una luz blanca y potente se proyectaba desde mi cabeza, apareciendo imágenes en blanco y negro, poco a poco se pintaron de todos los colores. Para luego juntarse con otras más y empezaron a girar en mi mente moviéndose de manera continua convirtiéndose las imagines en video.
Abrí los ojos y estaba en una calle de Nueva York, estaba apoyado en un Dodge azul antiguo estacionado al borde de un parquímetro. Vi a un hombre que hacia lo imposible por conquistar a una chica muy hermosa, mostrándose en momentos adorable pero otros no tanto. Él la trataba de enamorar. Pero ella mostraba resistencia. Era muy bella. Delgada y perfumada, su aroma quedó asentado en el lugar donde me encontraba, caminaba apresurada moviendo sus delgadas caderas cubiertas por un claro vestido floreado, tenía piernas justas de muñeca. Me miró de reojo con sus ojos azules como el mar pero se volvía torrentoso por la persecución. Sentí que me quería decir algo. Comencé a caminar para ayudarla. Traté de no perderla de vista. Aceleré el paso. Corté camino por diferentes calles para llegar a ella lo más pronto posible. No podía alcanzarla. Sentí un momento que no debía seguirla. Pero lo que vi en sus ojos fue: Ayúdame. Iba tras ella, pero el chico de chaqueta de Jeans corría muy rápido. Vi a un Policía que dirigía el tránsito. Estaba distraído y con el silbato en la boca, no se percató para nada de lo que ocurría en ese instante. Me acerqué y le pedí ayuda. El me respondió en inglés a pesar de que le había hablado en español. Y nos entendíamos. <<Un mundo perfecto>> pensé.
Comenzamos a correr. Queríamos ayudarla. <<Yo soy el indicado. Yo seré su salvación, seré quien la enamore y conquiste su corazón. La amaré. Le diré cosas hermosas al oído. No le regalaré rosas robadas. Las cortaré de mi propio jardín. La miraré a sus ojos claros y la besaré>> El policía se resbaló y cayó. Lo dejé muy atrás. No se cómo lo logré pero la alcancé. La agarré del brazo. La miré…Y dejó de sonar la canción.
Estaba en mi habitación. Sudaba y mi respiración estaba agitada.
¡Dios mío!
Respiré profundo. Y me demoré en expulsar el aire. Me toqué el pecho y mi corazón aún estaba exaltado.
<<Que tal experiencia >>pensé.
Abrí nuevamente la aplicación de Word, mientras observaba su blancura, desolada y abandonada página, empecé a escribir este relato sin parar. Envuelto de tantas emociones pude mirar, oler, respirar, sentir y escuchar con tan solo mover los dedos en el computador… Cerré los ojos y mientras editaba este texto, dentro de mí, escuché a lo lejos… <<Listen to that Duquesne whistle blowing Blowing like she’s blowing right on time (Escucho el silbido del tren de Duquesne, soplando como si estuviera soplando justo a tiempo)>>… la experiencia del arte…la maravilla de la literatura.
Excelente relato.
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¡Gracias por el comentario!
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Increíble escrito caballero! Me hizo pensar en algún momento de la lectura que presenciaba tal acontecimiento.
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Que bueno que lo disfrutaste! Un abrazo!
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me encanto, saludos, que viva la pagina en blanco (pero no mucho)
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Gracias! Aveces es bueno! 😀
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Es una sensación inexplicable la de soñar la historia y despues es facil llenar el folio.
Genial.
Saludos.
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La verdad que si ! Pero aveces quedamos en blanco. Gracias por escribir , y muy certero tu comentario ! Resulta fácil !
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Me gusta el blanco… da mucho juego para crear…como tu página en blanco…emborronarla de sensaciones… sentimientos… emociones…y dejar que otros la lean, haciéndoles partícipes de tu sentir…un sentir que fluye…fluye…traspasando los bordes de la hoja…sumergíéndose como un río en lo más profundo del subconsciente, para volver, en otra página en blanco, a resurgir.
Saludos
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Gracias por escribir !
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Me ha encantado. Felicidades por crear este relato tan bueno delante de una página en blanco.
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Gracias por el comentario. Un abrazo fuerte.
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