Archivos por mes: junio 2021

No sabía cómo hacerlo. Así que preguntó y aprendió. Primero fue en casa con el dinero de papá, después consiguió contraseñas, vaciando cuentas de hermanas y tías. Luego, con más confianza y seguridad, apoyado en una pared del centro, hábilmente extraía billeteras y relojes a los peatones. Recibió una condena de 30 años, así queSigue leyendo «Enseñar»

Esperó cinco noches. Cielo despejado. Al tener esos 3 segundos para pedir el deseo, una víbora saltó directamente al cuello.

Caída libre —Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa 2. Caída leve —A 3. Caída en escaleras —A. A. A. A. A. A. A. 4. Caída en pareja —Aaaaaaaa —Aaaaaaaa 5. Caída del mudo 6. Caída del otro mudo —Hhhhhhhhh 7. Caída del lingüista —Há. 8. Caída del grandote —AAAAAAAAA 9. Caída del cuestionador —¿Aaaaaaaaaa? 10. Caída del exagerado —¡¡¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!

La mujer sexagenaria abrió la cortina ante tanto griterío. —Está bien,  me toca contar, pero no te escondas tan lejos. Voy a empezar. Uno, dos, tres, …, ocho, nueve y diez. Salgo. Al voltear no había nadie. Buscó entre los arbustos, debajo de los autos. Nada. Pasaron los minutos, horas. Ni rastro. —¡Susana! ¡ya sal!Sigue leyendo «Visiones»

Tocaron la puerta, tres golpes fuertes. Nadie. A pesar de haberse consumido el fuego, olía a leña y podía calentar mi cuerpo. Mordisqueé un trozo de pan, muy dulce. Escupí. Nuevamente el ruido. Abrí. Escalofrío, minutos antes de que suceda.

Alcé la mano a la enfermera, una opresión fuerte al lado del corazón. Dolor. Oscuridad absoluta, salvo una pequeña luz al final. Caminé. Una mano roja y peluda me condujo por aquel camino. Obligó a sentarme en un sillón, escribe, dijo. Al lado derecho un hombre de tenue bigote con un cuervo en el hombro,Sigue leyendo «Un maldito más»

Suspiró.

Servido señor, dijo en tono suave. Agradeció con la mirada. Dieron dos pasos hacia adelante.  Dijeron algo que no pude escuchar. Se abrazaron. Ambos se tocaron el pecho, volvieron a mirarse y cayeron al pavimento teñido de sangre.

Juró hacerla feliz y cumplir todos sus sueños en vida. La ayudó en el colegio, a elegir una carrera, con dinero al nacer su única hija, a criarla también, en los negocios, al ingresar en el sanatorio, en su divorcio, en su depresión y al darle ese último empujoncito.

Luces, cámaras y acción, dijo al despertarse el director. Luces, cámaras y acción, dijo al despertarse el director. Luces, cámaras y acción, dijo al despertarse el director.