Archivos por mes: marzo 2018

Y cuando despertó el dinosaurio, partes del hombre seguian allí.

    Parece que no quisieras abrir los ojos.  Ella no  respondió,  tampoco la veía.

Decidieron conversar con él. Se reunieron en la casa de ladrillo y cemento. El lobo tomó asiento,  agradecido por la buena onda de los anfitriones. Admirados por afilados colmillos y  grandes garras  de su invitado,  le ofrecieron algo de tomar, pero negó rotundamente. Luego, le ofrecieron algo de comer. Fin.

Pues fue tan simple como eso. Cargué el arma, me coloqué en un un lugar donde nadie me viera y apunté. Disparar es distinto, me tiembla la mano y sudo a cántaros.

  Ante errores y fracasos, sin obtener algo bueno de la vida y con el mismo resultado de hace  varios años, tomó el ultimo depresivo. ¿Último, porque todo cambió? ¿Último, por ser el único que quedaba en el frasco? ¿Último,  porque ya no  tomaría más? o ¿fue el último?

Antes de hurgar por este contenido, cerciórate que nadie esté a tus espaldas. Y por nada del mundo vuelvas a leer por segunda vez el título, ni siquiera en silencio.

Nacen, crecen, se reproducen, nos invitan a reproducir, seguimos  e insistimos, cómo nos gusta reproducirnos, intentamos reproducirnos y no podemos, ahora se reproducen,  morimos de cansancio.

La loca pasa bailando y desde esta ventana la observo. Vestida de gala, su bastón revolotea. Ríe y cubre su rostro con el sombrero. Observa hacia lo alto, dice que baje, pero estas correas no dejan moverme.

  – ¡Qué ojos más grandes tienes! – ¡Para oírte mejor! – ¡Qué orejas más grandes tienes! – ¡Para verte mejor! – ¡Qué manos más grandes tienes! – ¡Para olerte mejor! – ¡Qué nariz más grande tienes! – ¡Para comerte mejor! – ¡Y qué dientes más grandes tienes!. – ¡Para abrazarte mejor! Practicaban unos inexpertos,Sigue leyendo «Toma 1»