Catacumbas

Estaba perdida y sola. Me apoyé  en una pared y dio un  giro, apareciendo en un salón donde los rayos de luces cruzaban el oscuro recinto. Habían huesos, cráneos, y un viejo baúl. Forcé la cerradura y el brillo del metal me cegó. Introduje mis manos, abarrotándolas  de monedas, el sonido del metal, me hizo saltar… -Señorita, suSigue leyendo «Catacumbas»