-Mamá, tápame que tengo frío… Susurraba una niña a media noche, mientras que una sombra se ocultaba bajo su cama.
Archivos por mes: enero 2017
Exterminio
El ruido incesante de los despertadores, la oscuridad del hogar y el olor a descomposición, alertaron a vecinos, compañeros y amigos. Días atrás, la familia Quiroga, luego de haber acabado con todas las ratas del hogar, había estado brindando con whisky, ron, coñac, y todo líquido que encontraron en botellas.
Placer
Cien páginas había leído el día anterior. La rutina de lecturas nocturnas en esta última semana, me habían agotado al extremo de no querer levantarme. Dejé los libros en la mesa de noche, dos de ellos habían estado incrustados en mi espalda. La lámpara había quedado prendida. La apagué. Hoy dictaba un curso de poesía, pero moría de sueño.Sigue leyendo «Placer»
Marie
– ¿Qué esperas para dormir Tadeo? –dijo Elena, molesta. –No tengo sueño mi amor. –Quiero dormir, debemos levantarnos temprano. ¡Entiéndelo! Apaga esa maldita ¡Luz! –Termino y la apago. –Entonces vete a otro lado. Necesito dormir. –De acuerdo–dijo Tadeo. Sacó unas frazadas del armario y las extendió en el sofá. Se quedó observando su biblioteca, laSigue leyendo «Marie»
Cofradía
Una noche en el cementerio, salieron todos de sus tumbas. Hicieron un gran círculo y unieron sus manos cadavéricas; una encima de otra, sellando así: amistad eterna. – ¡Vivan los muertos!- vociferó uno de ellos. -¡Vivan! –gritaron confundidos.
Pánico escénico
El muñeco empezó a sudar y a toser por cansancio, luego que el ventrílocuo dio por terminado el Show.
Diagnóstico acentuado
Por la mañana, fue intervenido de una apendicitis aguda. Luego de los puntos; estuvo grave.
A tiempo
Al entrar en el metro, descubrió que el tiempo era suyo. Pues se acercaba a cada una de las personas y les quitaba el reloj, sin que lo noten. Al finalizar el viaje, todos llegaban tarde a sus trabajos, menos él; pues la puntualidad era uno de los valores que más lo caracterizaba.
Casi
Abrí los ojos. Un destello me cegó. Apareció gente alrededor vestida de negro: mis padres, tíos y sobrinos. Nos miramos. Se abrazaron, gritaron y lloraron. Traté de levantarme, no pude. Me impulsé con mayor fuerza, golpeando mi cabeza contra el vidrio. Oscuridad nuevamente.
Buscándola
La buscaba desesperada por distintos lugares. Parecía sufrir. Cruzó una calle y no estaba. Llegó a un parque lleno de niños; tampoco. Cansada y dolida por la búsqueda ingresó a su casa, se recostó en su cama y las sábanas blancas se tiñeron de sangre. La bala perdida la había encontrado.